lunes, 8 de diciembre de 2014

¿Estudiar Enfermería? Difícil titulación en el capitalismo

Estudiar enfermería actualmente en la universidad pública madrileña es casi imposible para la juventud de extracción obrera y popular. En primer lugar, los jóvenes tenemos que enfrentarnos a esa prueba de acceso discriminatoria llamada PAU. Para acceder a los grados sanitarios la nota mínima no baja de 10 puntos sobre 14.

No es casualidad que precisamente en estas carreras la extracción mayoritaria del estudiantado sea de la mediana y pequeña burguesía, así como de capas de la aristocracia obrera. Tampoco es casualidad que la mitad de estudiantes provengan de institutos de enseñanzas medias privados o concertados. Y es que la dificultad tanto a la hora de acceder, los recortes en becas y el precio abusivo de las tasas universitarias que a continuación veremos ,provoca la expulsión de la juventud de extracción obrera y popular de los estudios superiores como la universidad.

Realizando unas sencillas operaciones de cálculo y teniendo en cuenta la subida de tasas que sufrimos los estudiantes en Madrid, un grado de enfermería puede llegar a costar más de 8.000€ únicamente teniendo en cuenta la matriculación. A esta cantidad abismal hay que sumarle los costes de transporte y material, hace un año veíamos como con un nuevo golpe a la educación pública desaparecían las becas de transporte. Otro de los costes a afrontar son desde 60€ del traje necesario y obligatorio para realizar las prácticas de enfermería, hasta un ordenador u otro dispositivo que durante el desarrollo del grado te va a ser necesario.

Ante esta situación se comprende que estos grados sean de los más elitistas, además si tenemos en cuenta la posibilidad de suspender alguna de las asignaturas este presupuesto se dispara al duplicarse el precio por segunda matrícula, y aumentar de forma exponencial con terceras matrículas.

Otro de los puntos interesantes a estudiar son las prácticas clínicas. Enfermería siempre se ha caracterizado por tener en sus planes de estudios un parte teórica importante y una práctica clínica no menos despreciable. En planes de estudios anteriores se compaginaba desde el principio estas dos vertientes de aprendizaje, pero desde la entrada del plan Bolonia y la adaptación de las diplomaturas a grados, se ha añadido un año más de estudio y por lo tanto de tasas universitarias.

Como viene siendo habitual estas prácticas son vendidas al estudiantado como un periodo de aprendizaje y de conexión con la práctica clínica diaria a la que nos afrontaremos en un futuro, si tenemos 'suerte' y conseguimos un puesto de trabajo. Analizando detenidamente lo que verdaderamente es este periodo de prácticas podemos ver como las prácticas son no remuneradas, y no solo eso, sino que están incorporadas al plan de estudios como una asignatura más. Esto provoca que no solo no se cobre por desarrollar un trabajo sino que los estudiantes pagan por trabajar. Teniendo en cuenta el coste del crédito en la UAM en el grado de enfermería está a 33€, por un periodo de 14 semanas de prácticas los estudiantes están pagando unos 800€ por trabajar.

También es destacable como con el ataque que supuso el Plan Bolonia y hacer Enfermería grado, se nos exige al estudiantado que presentemos un título acreditado en el que se certifique la titulación de nivel B1 en inglés. Esto supone un nuevo revés ya que ese nivel es el que se debería obtener en bachillerato, y aun habiendo aprobado la PAU, se no exige este nivel de inglés una vez más. Esto provoca que gran parte de los estudiantes tengan que recurrir con toda probabilidad a academias privadas. Mientras tanto la universidad hace oídos sordos ante la petición del estudiantado de una asignatura dentro del plan de estudios que proporcione estos conocimientos que después se nos exigen para obtener la titulación de graduado.


Por todo ello, la Juventud Comunista en la UAM denunciamos el golpeo sistemático al que somete la burguesía a la universidad pública, y constatamos como la juventud de extracción obrera está siendo expulsada de los estudios universitarios viéndose obligada cursar estudios con niveles formativos más bajos o directamente empujada a vender de forma precaria su fuerza de trabajo. Ante esta situación se hace necesaria la organización desde la base de todo el estudiantado con unos objetivos comunes. Es necesaria la construcción de un nuevo sindicato estudiantil estatal que luche a la ofensiva. Es necesario que en cada centro de estudios se levante un fortaleza contra el capital y golpee como un solo puño contra el sistema. 


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